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La sal es un condimento omnipresente en las cocinas de todo el mundo. De hecho, probablemente has usado un poco en tu comida hoy. Pero, ¿se ha detenido a pensar en los detalles esenciales de la sal, tal vez su historia o sus beneficios para la salud, o tal vez las razones detrás de su uso? Hay mucho más en la sal de lo que parece. Siga leyendo para obtener más información sobre este ingrediente simple pero ampliamente utilizado.

¿Qué es la sal y de dónde viene?

La mayor parte de la sal que comes proviene del agua de mar o se extrae de las profundidades de la tierra.

El agua de mar se desvía a un estanque de evaporación poco profundo conectado por canales artificiales. El estanque se llena de agua y, a través del proceso natural de evaporación, el agua desaparece lentamente, dejando sal para ser recolectada.

La sal subterránea (de la sal de roca) se extrae perforando o cortando un agujero en la roca y luego usando maquinaria para romper la sal en pedazos triturados. Los mineros también pueden erigir paredes alrededor de un lecho de sal y luego inyectar el lecho con agua forzada para disolver el mineral.

El resultado final es una solución de sal líquida que se bombea y se mantiene en un tanque de evaporación. El líquido se evapora y la sal permanece.

Para algunas personas, la sal no es más que un ingrediente en sus platos favoritos. Pero la sal no solo agrega sabor a los alimentos. El cuerpo necesita sal, y juega un papel importante en la conservación de los alimentos.

Los cazadores en la antigüedad a menudo mataban más de lo que podían consumir rápidamente. Para proteger los alimentos de las bacterias, el moho y el deterioro, rociaban sal sobre la carne para extraer la humedad y mantenerla fresca durante más tiempo.

Debido a la gran demanda en las civilizaciones antiguas, la sal estaba fuertemente gravada, comercializada e incluso utilizada como moneda.

Puede usar los términos sodio y sal indistintamente, pero existen diferencias entre los dos.

La sal es un mineral natural compuesto por dos elementos: sodio y cloruro.

La sal es aproximadamente un 40 por ciento de sodio y un 60 por ciento de cloruro.

A menudo, los médicos sugieren comer menos sal para reducir la ingesta de sodio porque la mayoría de las personas consumen demasiada sin siquiera intentarlo.

Si bien es una buena idea vigilar la cantidad de sal en su dieta, según lo recomendado por expertos médicos, no la evite por completo, ya que este mineral juega un papel importante en el funcionamiento de su cuerpo. He aquí un vistazo a por qué necesita sal en su dieta:

Ayuda a la tiroides a funcionar correctamente

Su tiroides juega un papel importante en el metabolismo. Pero para que su tiroides funcione correctamente, su cuerpo necesita el mineral yodo, que se encuentra en muchos alimentos. Una deficiencia de yodo impide que su cuerpo produzca suficiente hormona tiroidea.

Los síntomas de una deficiencia incluyen agrandamiento de la tiroides, estreñimiento, dificultad para pensar, fatiga y sensibilidad al frío. Debido a que el yodo también se agrega a la mayoría de las sales (están etiquetadas como "yodadas"), tener un poco de sal yodada en su dieta puede ayudar a que su tiroides funcione correctamente.

Mantiene el cuerpo hidratado

La sal también promueve niveles saludables de hidratación y equilibrio de electrolitos, que es necesario para que los órganos funcionen correctamente. Sus células, músculos y tejidos necesitan agua, y la sal ayuda a estas partes de su cuerpo a mantener la cantidad correcta de líquido. Una hidratación inadecuada puede causar deshidratación, haciéndolo más susceptible a calambres musculares, mareos y fatiga.

Previene la presión arterial baja

Una cantidad inadecuada de sodio en su dieta también puede provocar presión arterial baja (hipotensión), que es una lectura inferior a 90/60 milímetros de mercurio (mmHg). Si cualquiera de los números es bajo, la presión arterial se considera baja.  Los signos de presión arterial baja incluyen mareos, náuseas, desmayos y visión borrosa.

Mejora los síntomas de la fibrosis quística

Las personas que viven con fibrosis quística pierden más sal en el sudor que la persona promedio. Necesitan más agua y sal en su dieta para evitar la deshidratación. Si tiene esta condición, consulte a su médico para ver cuánta sal necesita diariamente en función de su nivel de actividad. Los requisitos varían, pero algunas personas pueden necesitar hasta 6000 miligramos (mg).