Referencia: 1087
La espelta es un grano antiguo similar al trigo en apariencia y está relacionado, botánicamente, con el trigo. La espelta tiene una cáscara más dura, lo que ayuda a proteger los nutrientes dentro del grano. La harina hecha de espelta tiene un sabor ligeramente dulce a nuez y se puede usar en la mayoría de las recetas que requieren harina normal o de trigo integral.

La web tiene encriptación SSL. Tus datos están seguros.
Entrega Garantizada al Transportista en 24-48 horas
Se aceptan devoluciones (7 días naturales) Enlace a la Política de Devolución
Tiene beneficios nutricionales similares a otras harinas integrales: es una buena fuente de fibra y contiene micronutrientes como calcio y vitamina E.
No hace mucho tiempo, si querías harina de espelta, tenías que comprar granos de espelta y usar un molinillo de cocina para hacer tu propia harina. Pero hoy en día, puede comprar harina de espelta en la mayoría de las tiendas de comestibles (consulte la sección de alimentos naturales o repostería). También puedes comprar productos elaborados con espelta, como crackers, galletas, pastas y otros snacks y alimentos.
La espelta es una buena fuente de calcio, magnesio, selenio, zinc, hierro y manganeso. Tiene vitamina E y vitaminas del complejo B (especialmente niacina).
Con todo, la espelta es un cereal integral nutritivo. Comer harina de espelta y productos de espelta es una forma sencilla de incluir más fibra integral en su dieta.
Los granos y la harina de espelta contienen un poco más de proteína que el trigo normal, pero hay una pequeña diferencia en las cantidades de algunos de los minerales. También tienen aproximadamente la misma cantidad de fibra. Estos son algunos de los beneficios potenciales para la salud de la harina de espelta.
La fibra es esencial para un sistema digestivo saludable y comer alimentos ricos en fibra puede ralentizar la absorción de azúcares. La fibra también puede ayudarlo a sentirse satisfecho por más tiempo, por lo que puede ser útil cuando se consume como parte de un plan de control de peso.
Un estudio de miles de niños y adultos estadounidenses encontró que aquellos que consumían más granos integrales también consumían más nutrientes en general y tenían un peso corporal más saludable.
La fibra y otros compuestos en los cereales integrales pueden contribuir a la salud de las bacterias en el sistema digestivo. Esto, a su vez, puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y contribuir a la salud digestiva, así como a controlar el peso.
Las investigaciones han demostrado que las personas que comen cereales integrales (frente a los cereales refinados) tienen un menor riesgo de diabetes. Un estudio de 2017 sobre la espelta, en particular, sugirió que tanto la fibra como los antioxidantes en la espelta contribuyen a este efecto.
Una dieta rica en cereales integrales se ha relacionado con una mejor salud cardiovascular. Un estudio danés publicado en 2016 encontró que las personas que comían más granos integrales tenían un menor riesgo de ataques cardíacos.
El estudio abarcó a más de 50 000 adultos de 50 a 64 años. Otro metanálisis anterior también mostró que un mayor consumo de granos integrales se asoció con un menor riesgo de enfermedad cardíaca.