Al ser ricas en fibra, el consumo de semillas de amapola ayudan a evitar el estreñimiento y regular el tránsito intestinal. El zinc, el selenio y los ácidos grasos esenciales que aportan las semillas de amapola colaboran en la regulación refuerzan las defensas de nuestro organismo.
Las pipas provienen del girasol (helianthus annuus), una planta herbácea que pertenece a la familia Asteraceae. Esta planta es originaria de Norteamérica y Centroamérica. Son mucho más saludables que las que encontramos en cualquier kiosko debido a que apenas contienen sodio además de ser un producto sin gluten y ecológico.
La quinoa, originaria de Peru y Bolivia es una semilla (no es cereal) por eso se la menciona como pseudocereal. Actualmente esta planta se ha adaptado para cultivarla en muchos países del mundo.
Las semillas de calabaza son una excelente fuente de magnesio, que juega un importante papel en la regulación de nuestro sistema de respuesta al estrés. El magnesio ayuda a promover la relajación y un sueño reparador profundo al mantener niveles saludables de GABA, un neurotransmisor que calma el cuerpo y la mente.