El té de manzana es una infusión deliciosa y refrescante que combina las propiedades de las hojas de té con el sabor y los beneficios de la manzana. Es una opción popular para disfrutar tanto caliente como frío, y se puede disfrutar en cualquier momento del día.
El té de manzana se elabora principalmente con hojas de té negro o verde, combinadas con trozos de manzana deshidratada. La manzana aporta un sabor dulce y afrutado al té, que se equilibra con el aroma y las notas características del té.
Además de su agradable sabor, el té de manzana ofrece diversos beneficios para la salud. El té negro y verde son conocidos por sus propiedades antioxidantes, que ayudan a proteger las células del cuerpo contra el daño causado por los radicales libres. También se ha asociado con mejoras en la salud cardiovascular y el metabolismo.
La manzana, por su parte, es una fuente de fibra, vitamina C y antioxidantes naturales. Contribuye a la salud digestiva, ayuda a mantener el sistema inmunológico fuerte y promueve una piel saludable.
Para preparar una taza de té de manzana, simplemente coloca una bolsita de té o una cucharadita de hojas sueltas de té en una taza, vierte agua caliente sobre ella y déjala reposar durante unos minutos para permitir que los sabores se fusionen. Si prefieres un té frío, puedes prepararlo de la misma manera pero dejándolo enfriar en el refrigerador antes de servirlo con hielo.
El té de manzana puede ser disfrutado solo, pero también se puede combinar con otros sabores como la canela, el jengibre o el limón para agregar un toque adicional de sabor.